Ser y ser visto

Pablo Queralt

 

Buenos Aires - 2015

74 páginas / 14 x 20

ISBN 978-987-3760-14-3

 

el azar es una arquitectura sin color
un knock a la quijada
que arroja su luna con sus casitas lúteas sus cuerpos
sus cielos escarbados oís hervir sus aguas
partir el pan

ahí quedaste colgado
atrapado en su crujido
en su luz pétrea en el arrullo
de los rayos de su mundo
que abren universos
o no llevan a ninguna parte
cierro los ojos leo su escritura

vamos arrimando el bochin
estoy acá en su huella pintado en su pared
colocando el agua para beber
el primer lenguaje del día

El lenguaje como un divertimento, por Gustavo Yuste en La primera piedra

En Ser y ser visto (Zindo & Gafuri, 2015), Pablo Queralt hace público su divertimento con el lenguaje. En una apuesta fuerte por la poesía a través de pequeños textos en prosa, el autor se propone bucear por la riqueza de las palabras sin miedo a los dobles sentidos y a la conjunción de los múltiples sentidos que el lector pueda rescatar de cada texto. 


El lenguaje como un divertimento

En la poesía contemporánea existe una fuerte tendencia hacia un estilo directo y narrativo. Sin embargo, como en todo, existen excepciones que se ponen en puntas de pie y asoman de lo normal. Ese es el caso de Ser y ser visto (Zindo & Gafuri, 2015) de Pablo Queralt.

En este poemario se puede ver cómo el autor se propone a la poesía como un divertimento, siempre teniendo en cuenta lo serio que un divertimento puede llegar a ser. Ser y ser visto juega con la diversidad que el propio lenguaje trae envasado en su interior y no tiene miedo a los múltiples sentidos que una palabra u oración puede provocar en el lector.

En ese sentido, Queralt inventa su propio juego y hace de la ausencia una de las armas poéticas más potentes. Con un estilo muy particular, la ausencia de mayúsculas, signos de puntuación y otras referencias gramaticales, el autor propone en Ser y ser visto que el lector acepte un juego que, a priori, podría parecer muy personal, pero que, en su interior, esconde algo que abraza a quien lo lea.

Tanto en los primeros poemas en verso que componen el libro, como en las pequeñas prosas poéticas que reinan Ser y ser visto, el autor abre una puerta a la libre interpretación. Por ejemplo, se puede leer: “Un mundo en ese salir a la calle ese día sin otro día esa ansiedad de vivir sostenida que suspende en la polvareda ve su sombra en la nube ahora que escena se aclara con su cicatriz y te devuelva a su cárcel en su lienzo negro”.

En una posible hipótesis, se puede pensar que quizás el título del poemario, Ser y ser visto, sea la primera pista para entender el juego poético de Queralt, ya que en este libro el autor plantea la diferencia entre ser y ser visto al mismo tiempo que no tiene reparos en mostrar su divertimento personal con la poesía

Sobre Ser y ser visto, por Sandro Barrella

    El tema, el motivo, la canción. Lo mismo que decir, el poema. El libro de Pablo Queralt ensaya una larga meditación sobre el tiempo, única materia de la que parece estar hecha la existencia. El tema, la canción, el motivo final, es la música de fondo de estos poemas que al cabo parecen ser sólo uno, o formar una serie unificada: variaciones sobre escenas, circunstancias, vida vuelta recuerdos, que se actualizan al ser nombrados, o mejor dicho, cantados, con una entonación nueva que les da nueva vida. Una persistencia en describir el paso de los años a través de pequeños gestos, signos que señalan ese paso. La dicha y los fracasos, la nostalgia y el júbilo de “ser y ser visto”, como dice el título: el mundo del sujeto que enuncia los versos, un mundo personal que, siempre, es un adentro-afuera, un sí mismo que incluye la mirada de los otros.

    Cada poema o parte de la serie es una secuencia que anhela un devenir. La voz va encabalgando el deseo de prolongarse, así, los versos, como en el pase del testigo, se van dando la mano para seguir siendo. De ahí la lograda ilusión de continuidad o discurso ininterrumpido, palabras que buscan palabras que buscan palabras, forma última de este arte poética. Y en ese núcleo compositivo, la vida de la infancia y la juventud, el cómo se llega a ser quien se es, la pregunta que no cesa acerca de esa identidad que a pesar del paso de los años siempre será inestable. Imágenes que se suceden en virtud de los sonidos, como bien dicen los versos de Jorge Teillier: “palabras, palabras —un poco de aire/ movido por los labios— palabras/ para ocultar quizás lo único verdadero:/ que respiramos y dejamos de respirar.”

    El amor—sobre todo el amor (“yo que no era/ un muchacho y ya estaba enamorado”)—pero también el fútbol, la canción del barrio; el cine y su imaginario de evocaciones populares; la pertenencia a una generación, en fin, el tiempo de una existencia que, no por revestirse de remembranzas, se vuelve melancólica. Como el gongorino “teatro sobre el viento armado”, también en Queralt, son los sueños, o la sustancia difusa de la que están hechos lo que se hace presente en sus poemas, un deambular por escenas que cobran sentido a partir de una voz: “Estoy preso de la realidad que lamina mi cabeza cortada por/ ese murmullo que queda alrededor del tiempo que vuelve que/ cubre al tiempo nulo solo sonata de ansiedad entre el deseo y/ el goce y el hambre que saltan como fichas dan vuelta de un/ lado al otro soltando sus azules sus grises lo que tienen que dar/ su aguamar que va vuelve como una tirada que queda en el aire”.

    En Ser y ser visto, Pablo Queralt dialoga con sus libros anteriores, con la tradición poética, así como con el habla de la región rioplatense. Eleva su canto sin hacer ruido, en un tono que acompaña al lector como un rumorear al oído, “con esa agua anterior al tiempo humano/ donde una rosa es una rosa”.

                                                                                                 Sandro Barrella.

Ser y ser visto / Fragmentos

SER Y SER VISTO

SIGUIENDO el olor a rosas por las ventanas abiertas de mi pueblo
hasta tarde va mi segunda juventud si es que tuve una primera
para ir a bailar a la fiesta disfrutar y ver no sólo los fuegos
sino a su vez el secreto de de la escena el baile a lo ettore scola
ser y ser visto.
***
CON LA CAMISA puesta de varios mundos pequeños entro al hotel
como un fantasma donde la sangre se tranquiliza en ese cruce
de esquinas y le doy un beso en el pasillo antes de entrar
en la habitación estamos dentro de un sueño plateados amados
por la luna y los fuegos fatuos que la bruma rememora o inventa
en el enjambre de los días devorados.
***
LA SANGRE que se va en esa marea de seda disuelve mi niñez
mis juguetes esa levedad donde nací por primera vez
en esa sed jugué en serio
en ese tul matinal no quedó trazo ni secujela ni tremolina
esa vida albea
se vuelve mesa de la verdad que huye de nosotros proyectando
su luz
se  descifra en si misma donde canté.
***
VOZ de las primeras palabras de la infancia en la cancha del rojo
de avellaneda bajo ese sol que nunca muere en las gradas en los
ecos del gol en ese lenguaje cocido de las tribunas de atrás
que dan al ferrocarril
donde disponía un jardín como un océano misterioso y abajo
en la sombra detrás de las tribunas los refrescos esa comedia
sorprendente como algo que uno presiente repercute y no llega
a acordarse del recuerdo que trastabilla en letras náufragas
cerca de la ventana donde me complacía mirar.
***
GUARDO EL SABOR del primer beso vagando en mi vida como
el silbido de una vieja canción que tocó y siguió con su oro
su murmullo de puente roto de labio casi olvidado de un tiempo
de rosas que habías vivido en otro mundo cuando salíamos
empujados por el sol cuando se acababan las clases.


Pablo Queralt

Pablo Queralt. Poeta argentino, nacido en Buenos Aires, en 1955). Ha Publicado, entre otros títulos: Cansancio de lo escrito (ed tse tse 2001); Un seductor mañana (ed alcion); La flecha de Agustín (ed alcion 2004); Primer paso (ed eloisa cartonera); Reescritos infinitos (ed alcion 2006); Coca (ed ñasayndi cartonera); Pueblo de agua (ed alcion 2007); Pájaros en palabras (ed testa de Campello); Late (ed huesos de jibia 2008); Crack (ed eloísa cartonera); Pavarotti (ed mate pastor); Poema de la nieve (ed mate pastor 2009), Escribí mi nombre (ed mate pastor 2010) y Ser y ser visto (Zindo & Gafuri, 2015. Poemas suyos figuran en la antología de poetas jóvenes de Bs as del año 1987, ed hombre nuevo. También poemas suyos han sido publicados en rev literarias como el jabalí año 2002, revista los rollos del mar muerto, y en la revista la nación del suplemento del domingo.


Pablo Queralt

Es médico, poeta y traductor. Es curador de poesía de la biblioteca de San Isidro, colaborador del suplemento cultural del diario El pregón de Jujuy y diario punto uno de Salta. Publicó los libros de poesía : Cansancio de lo escrito, La flecha de Agustín,  Un seductor mañana, Primer paso, Reescritos infinitos, Pueblo de agua, Pájaros en palabras, Crack, Escribí mi nombre, Poema de la nieve, 89 golpes y un whisky,  entre otros. 

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