PRÓLOGO

I.

“duermo conmigo/ acostada boca abajo duermo
conmigo/ para el lado derecho duermo conmigo/ duermo
conmigo abrazada conmigo/ no hay noche tan…”

una llaga (una pregunta) zurce y deszurce el hilo palpitante de la poesía de angélica freitas: qué dicen (quiénes?) qué es ser mujer? mujer en singular mujer sustantivada mujer adjetivada “mujer de”, siempre; qué construcción cómo destruirla?; es incompatible pintarse los ojos ahogarlos en rímel, con usarlos para ver, con abrirlos?

el libro que tienes entre tus manos, amigo mujer, amiga hombre, cerebrito subversivo, ángel/ita que quién-desposará, que quién-esposará, que cómo-se-librará-de-su-destino-fatal…; el libro que tienes entre tus manos, amigos lector, mes semblable, ma soeurs…; el libro que tienes en la punta del útero, da en la diana clave, la de la ansiedad: qué es qué una mujer? digámosles cómo debe ser o no ser cómo una mujer?

puedes leerlo a secas o con parrilladas machotas o con ensaladas light de señoritas o puedes leerlo tomándote un buen milkshake rilkeano o puedes leerlo con cixous wittig tiqqun o puedes leerlo con pizarnik con thénon o puedes leerlo con las búsquedas de google o puedes leerlo con tu útero erizado tu útero apretado y qué guardas ahí qué proteges?

II.

“…larga en la que no duerma conmigo/ como un trovador
agarrado al laúd duermo conmigo/ duermo
conmigo bajo la noche estrellada/ duermo conmigo
mientras los demás cumplen años/ duermo…”

la poesía de angélica freitas juega a: veoveo, qué ves? una cosita quécositaes? versos cortos, desnudos, sintaxis diáfana, afirmaciones explicativas, tesis asertivas, observaciones sociológico-antropológicas, pedazos de oralidad cazada y fiel. pero no, el armatoste se desmonta, el humor y la ironía perpetran la inestabilidad, boicotean la linealidad, la poesía de angélica freitas juega hasta el final y es como un útero, lo acechan con preguntas (qué cómo paraquésirve), ansiedad: no responde, saca la lengua, late, gesta su manera: “porque una mujer buena / es una mujer limpia”: quisiera ser brava ser sucia. eso sería ser.

qué significa dar en la diana? darle a las dianas lo suyo, su historia: angélica freitas da: muchacha-diosa en un callejón conceptual, vital, aprisionada, gata panzarriba revolviéndose queriéndose revolución (pero quién nos acompañará?): no de eso, sino a eso va, este libro: cómo ser muchacha sin ser la virgen guerrera, sin ser la mujer (hecha nombre, minusculizada, calificada sin parar) de los esquemas?

la ley: que a las guapas les hacen regalitos; que las mujeres se espían mal; que se acunan a sí mismas, espejitoespejito, dime, no si soy guapa, dime si soy; que soy una serpiente payasa; que las mujeres ponen excusas; que las mujeres somos X somos Y somos Z somos inevitable y obligado signo que el sistema predetermina y fuerza a ver como tal (como fijezas); que las mujeres bailan como letras que aquellos hombres interpretan como números como mensajes como miradascoquetas como ropacolorida para ellos; mujeres como cerdas troceadas y maximalizadas; mujeres clausuradas en cuanto sacan el pie y pisan y molestan; mujeres “locas loquitas”, mujer “gorda y borracha”, mujeres-mujeres; entonces, hasta cepillarse los dientes deviene en rito locoloquito rito obsesivocompulsivo otro signo otro más.


III.

“…conmigo a veces con los anteojos/ y en medio de la oscuridad

que estoy durmiendo conmigo/ y el que quiera dormir
conmigo
va a tener que dormir a mi lado”

querer sentir “a nivel hueso”; lo lúdico fina traviesa incontrolablemente ofrece sus puntos suspensivos sus huellas cortas sus palabras cortadas que señalan la carencia del happy end pero igual dan risa (la risa, a veces, del “reírpornollorar”); tobogán de bathos; querer; reírse (de ellos); atrapar a los discursos hegemónicos como mosquitos, darles la vuelta, ponerlos a girar como peonzas, que vayan mareándose, deshaciéndose.

sigue un avistamiento de mujer feriante con corona de piojo y alma afrutada; sigue una utopía de fuga lesbiana dos monstruas libres que vienen o van al circo; siguen conversas irresueltas; siguen juegos de tacitas de café como posesión vacía que vacía a la chica que las posee y que no toma té y que es fetiche y que fetichiza sus preciosas intocables hiperrrompibles tacitas.

la poesía de angélica freitas le pidió a dios google lo que este pudiera mal que bien darle, y este le dio (con magnanimidad, sin ahorrarse detalle) lo que todos buscan darle a las mujeres: maternidad mamaíta papaíto bebés obligatorios melodrama abandonos mucho snif; dice dios que las mujeres decimos: irdecompras sexo criar.

la poesía de angélica freitas es una persona que cabe en un útero es una mano que me acompaña es una mujer; cosquillas crueles, pasteles bem casados que saben a monjas, dadá lucidez, brillo de mil y una noches y pastas dentales.

“y alguien podría decir que volví/ feminista de la argentina/ o que quizás me sobraba el tiempo para pensar/ en esas cosas que nadie quiere pensar/ y que es mejor no pensar en nada/ y que los churrascos sean machos/ como las ensaladas son hembras”.

si este libro es un viaje o una vida (“argentina”), de los viajes no se regresa en los viajes se vuela se vuela la cabeza de uno y de todos; el “útero errante” a veces trota alegre.

si este libro airea un amor, el amor (que es raro) vuela midiendo una montaña con la medida del cuerpo amante; y hay canciones mágicas gitanas canciones de caminante.

la poesía de angélica freitas: el giro cáustico el palpamiento crítico.

la poesía de angélica freitas sabe que tengo un problema: si uso mi cerebro, bien, soy chica lista; si uso mi cerebro, muy mal, soy chica lista, y esto hará que me matéis o bien me mataré; si soy guapa, mal; si soy fea, mal; nada de sorbos nada de eructos nada de erupciones, señoritas, nada de nada, nada.

la poesía de ángelica freitas dice: no.

Berta García Faet (2018)

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