El arte de la imposible resolución o, tal vez, de la paradoja parece encontrarse regulando el espacio del poema en Herramienta suave de Emiliano Herrera, editado por Zindo & Gafuri en 2015. Ahí donde se estanca el pensamiento o comienza a girar en falso, podríamos pensar, surge o se manifiesta, en su imposibilidad, lo poético. Lo poético entendido, aquí, como la falla o el resto del fracaso del movimiento del pensar. Poemas cortos de versos breves, su ritmo simula mecanizarse para asimilarse, en algún momento último, a esa falla. Es ahí donde, gracias a la paradoja y el establecimiento de una no-posibilidad, el poema gana su fuerza.

La paradoja, por veces, se escenifica. Así, el poema “Quiere decir” finaliza no finalizando colocando al cabo del último verso unos dos puntos. El poema se abre, se abandona en su apertura:

Quiere decir

fuera

lo que sea

que digamos

sólo expresa

dos

simples

sentimientos:

Ese espacio abierto dejará en su apertura el eco resonando a lo largo del texto, guardando en “puerta” su punto más álgido: la “puerta quieta y entreabierta” de “Acto reflejo” reaparecerá inmediatamente después en “Un día de estos podría acercarme a esta puerta // y cerrarla” o más tarde en “Observación del sábado 10 de mayo de 2014”:

la clínica

ni puerta tiene

ya

directamente

la pared

Esa apertura en eco contrastará con el hermetismo de “Rampa”: “adentro las olas duermen / adentro las ciudades se rompen” o con las premisas encadenadas del poema que da título al libro, “Herramienta suave”,

Un sueño me quita el sueño y sueño.

Miro a los pájaros en la voz del viento.

Desvelado, me pierdo en lo que encuentro.

Todo lo que huye trabaja por dentro.

haciendo que las paradojas que están al interior del poema se espejen y contrapongan con las que habitan los demás poemas. Ese juego de tensiones puede o destruir el texto o forzarlo hasta la cristalización. En ese equilibrio, creo, está situado Herramienta suave.

Herramienta suave, además de esa tendencia a la paradoja puede, por veces, optar por la forma oriental de conclusión de un poema:

Preposiciones

el diccionario comienza

con la letra A

muy cerca, se lee:

abandonar

Ese abandono que se lee en el diccionario al mismo tiempo clausura el poema, suspendiéndolo. El final del poema, así, se define en el cierre o en su apertura, en los límites abiertos por la paradoja o en el ensimismamiento del sentido. “Recién Turdera”, extenso poema compuesto de poemas breves de dos versos que ocupa la tercera parte del texto, podría entenderse como el momento donde este vaivén se evidencia con mayor claridad en su cercanía al haiku, entre el abandono, la paradoja y la oclusión fugaz, el encadenamiento de sentidos y la pérdida irreparable que todo poema significa. La recuperación de voces ajenas y los juegos de palabras van construyendo algo cercano a una ética en el seno del espacio poético que, poco a poco, va siendo Turdera: “Lo que les des. Lo que te den. / Desdén”. La herramienta suave que ha sido el poema para Emiliano Herrera tal vez se aloje en esa perseverancia.